Las razones de la felicidad de la vida terrenal en el Islam

Las razones de la felicidad de la vida terrenal en el Islam

Las razones de la felicidad de la vida terrenal en el Islam

La felicidad en la vida vivida acorde al islam tiene muchas fuentes y diversas razones, entre ellas:

1- La felicidad con la fe en Dios y la
creencia en Su unicidad

No existe felicidad, ni tranquilidad ni bienestar como aquellos que otorga el Tauhid: la unicidad de Dios.

Dios, alabado sea, dijo: “Quienes han llegado a creer y no han enturbiado su fe con malas acciones ¡ellos son los que estarán a salvo, pues son ellos los guiados!”” [Al-Anaam:82]

La fe simple

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La creencia del Islam es una creencia única y sencilla, la fe en ella corta el camino ante cualquier confusión o temor e infunde tranquilidad en cualquier alma. La puerta de esta creencia está abierta para cualquiera, y nadie es rechazado debido a su raza o color. Así, todo ser humano encuentra su lugar bajo la sombra de esta creencia divina basada en la justa igualdad y en la que no hay distinciones excepto en la consciencia de Dios. La consciencia de Dios, el Señor de la humanidad.

Nadmi Luqa

Filósofo y pensador egipcio

Por ello, mientras más completo y perfecto sea el Tauhid de uno, mayor es la felicidad, la serenidad y la tranquilidad que encuentra el ser humano tanto en ésta vida como en la otra. Esto se debe a que Dios abre el corazón de la persona e introduce en él regocijo y alegría. Mientras que ocurre todo lo contrario en el caso del Shirk (asociar falsos dioses con Dios) – que Dios nos guarde de ello – ya que ello conlleva la infelicidad y la ansiedad de la persona que lo comete y vive pésimamente, como si estuviese intentando ascender en el cielo. Dios, alabado sea, dijo: “Y a quien Dios quiere guiar, le abre el pecho a la sumisión [a Él]; y a quien Él quiere dejar en el extravío, hace que su pecho se cierre y se constriña, como si estuviera ascendiendo en el aire: así es como Dios impone la ignominia a quienes se niegan a creer.” [Al-Anaam:125]

Es inimaginable equiparar a aquellos cuyos corazones Dios ha abierto al Islam disfrutando así de una luz de su Señor, y quienes viven en la oscuridad del Shirk y la lejanía del recuerdo de Dios, quedándose sus corazones petrificados y perdiéndose en un extravío manifiesto. Dios, alabado sea, dijo: “¿Puede, entonces, [compararse a] aquel cuyo pecho Dios ha abierto a la sumisión a Él, de forma que está iluminado por una luz [que emana] de su Señor, [con el que es ciego y sordo de corazón]? ¡Ay, pues, de esos cuyos corazones se han endurecido al recuerdo de Dios! ¡Están, en verdad, claramente extraviados!” [Az-Zumar:22]

La verdadera seguridad

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Siento lo que sienten los musulmanes al rezar: una dulce armonía, un cosquilleo de felicidad, y es todo lo que me hace sentir gratitud, como si mis hijos estuviesen a salvo. Es todo lo que quiero y necesito.

Lauren Booth

Activista británica

Tampoco son comparables aquel que estaba muerto en la oscuridad del Shirk y que luego guió Dios con Su favor y Su misericordia, y aquel que persiste subyaciendo en las tinieblas del politeísmo sin vistas de salir de ellas. Dios, alabado sea, dijo: “¿Es acaso aquel que estaba muerto [en espíritu] y al que dimos vida, y al que asignamos una luz para que pueda ver su camino entre los hombres igual que quien está [perdido] entre tinieblas, de las que no puede salir? [Pero] así es: gratas les parecen sus acciones a quienes niegan la verdad.”
[Al-Anaam:122]

2- El recuerdo de Dios, alabado sea, Su mención y la cercanía de él:

Por muchos ornamentos mundanales que posea el ser humano y por muchas razones de felicidad de las que goce y que ostente no será capaz de poseer la felicidad mientras se mantenga lejos del camino de Dios, glorificado sea Su nombre. La tranquilidad del ser humano no se realizará excepto una vez esté del lado de Dios, exaltado sea, y descanse bajo las sombras y las fragancias de Su mención y Su recuerdo. Dijo Dios, alabado sea: “Aquellos que creen, y cuyos corazones encuentran sosiego en el recuerdo de Dios; pues, en verdad, en el recuerdo de Dios encuentran los corazones [de los hombres] su sosiego” [Ar-Raad:28]

Esto se debe a que: “existe en el corazón una desunión cuya unión sólo es restituida mediante el retorno a Dios, alabado sea; una solitud que no aplaca excepto Su compañía en su soledad; una tristeza que no elimina excepto la alegría al conocerlo y al tener sinceridad en su trato con Él; una ansiedad que sólo apacigua la reunión para su remembranza y la huida de Él hacia Él, contiene unas llamas de pesadumbre que sólo apaga la complacencia con Sus órdenes, Sus prohibiciones, Sus decretos y aferrarse a la perseverancia en ello hasta el reencuentro con Él. En su corazón existe una intensa demanda que no cesa sin que Él sea en solitario nuestro el objetivo de nuestra búsqueda, una necedad que no satisface excepto Su amor, la vuelta a Él, Su constante recuerdo, y la franqueza pura con Él. De no ser así, será incapaz de compensar ésta escasez aunque se le entregue el mundo entero.(Madariy As-Salikin (Las Sendas de los Caminantes), Ibn Al Qayyim, pág. 743)

3- Las buenas obras

Dios, alabado sea, dijo: “[y así es como] los que llegan a creer y hacen buenas obras están destinados a la felicidad [en este mundo] y a la más hermosa de las metas [en la Otra Vida].”” [Ar-Raad:29]

Los creyentes, que creen firmemente en sus corazones en Dios, Sus ángeles, Sus libros, Sus mensajeros, el Último Día, y confirman dicha fe con sus obras bondadosas: tanto las obras de los corazones como son el amor, el temor y la esperanza en Dios, las obras del cuerpo como son los rezos y similares, estarán en un estado de completo bienestar y perfecta tranquilidad. Ello se deberá a la complacencia que Dios tendrá con ellos, y su dignificación en éste vida y en la otra. Por ello, debemos obrar acciones bondadosas acompañadas de nuestra fe. Dios, exaltado sea, dijo: “Pues, ciertamente, quienes han llegado a creer [en esta escritura divina], y quienes siguen el judaísmo, y los sabeos, y los cristianos - todos los que creen en Dios y en el Último Día y obran rectamente- nada tienen que temer y no se lamentarán.” [Al-Ma’ida:69]

El Enviado de Dios, que la paz y las bendiciones de Dios estén con él, encontraba su comodidad y su deleite en la oración y en la obediencia de Dios. Solía decir: « ¡Bilal! Llama a la oración y alívianos con ella.» (relatado por Abu Daúd)

4- La liberalidad es el secreto de la felicidad.

Esto es algo probado y observado. Encontramos que quienes son caritativos con los demás son las personas más felices y con mayor aceptación en la tierra. Dios, exaltado sea, dijo: “[En cuanto a vosotros, Oh creyentes,] no alcanzaréis la verdadera piedad mientras no gastéis en otros de aquello que os es más preciado; y lo que gastéis -ciertamente, Dios tiene pleno conocimiento de ello.” [Al-Imran:92]

La magnanimidad puede adoptar diferentes aspectos. Dios hizo que la generosidad con el dinero fuese uno de los pilares del Islam e hizo obligatorio el azaque que entregan los ricos a los más pobres, y Dios decidió que dicha caridad deba entregarse de lo mejor que posee uno, de buen grado y con sinceridad para con Dios, sin hacer alarde de ello ante la gente. Dijo Dios, alabado sea: “¡Oh Creyentes! No malogréis vuestras limosnas echándolas en cara o hiriendo [los sentimientos de los necesitados].” [Al-Baqara:264]

Dios extendió el significado de dicha caridad para que incluyese además del dinero, el alimento, la lucha en su camino, el trabajo, etc. Dios, glorificado sea, dice: “Y proveen de comida –sin importar cuán necesitados estén de ella al necesitado, al huérfano y al cautivo, [diciendo, en sus corazones:] “¡Os damos de comer sólo por amor a Dios: no queremos de vosotros recompensa ni gratitud:” [Al-Insan:8-9]

O lo que más, incluso una simple sonrisa se considera un acto de caridad. El Profeta, la paz sea con él, dijo: «Tu sonrisa en la faz de tu hermano es una caridad.»
(Narrado por Tirmidhi) y dijo: «Dios estará en la hora de necesidad de aquél que estuviera en la hora de necesidad de su hermano, a aquél que resolviera al musulmán uno de sus apuros Dios le resolverá uno de los apuros del Día de la Resurrección, y a aquél que arropara a un musulmán Dios lo arropará en el Día la Resurrección.»
(relatado por Abu Daúd) Sin duda, dicha caridad es la que posibilita la felicidad en la vida terrenal, mientras que cualquier caridad que vaya asociada a un fin mundanal o a un alarde y un daño no traerá ninguna felicidad a pesar de que aparente lo contrario.

5- El apoyo en Dios es la llave de la felicidad

Frecuentemente, las personas experimentamos un sentimiento de incapacidad o de impotencia ante algo, y es entonces cuando recurrimos a fuerzas en las que buscamos ayuda y nos apoyamos en ellas para llegar a nuestro objetivo. ¿Quién puede ser más fuerte que Dios, alabado sea? Ciertamente, la llave de la felicidad reside en apoyarse en Dios, el Fuerte, el Omnipotente, en Cuya mano está el reino de los cielos y la tierra, y Quien si quiere cualquier cosa no tiene más que decir “sé” y “es”. Dios, alabado sea, dice: “Su única orden, cuando decreta la existencia de algo, es decirle: “Sé” –y es.” [Ya- Sin:82]

Por esta razón, Dios, exaltado sea, nos prescribe apoyarnos sólo en Él y nos ordena: “¡Y en Dios debéis poner vuestra confianza si [verdaderamente] sois creyentes!””
[Al-Ma’ida:23]

Por lo tanto, cualquier suficiencia que encuentre el ser humano es gracia a Dios, ya que Él, glorificado sea, es suficiente apoyo. Dios, alabado sea, dice: “Y pon tu confianza en Dios: pues nadie es tan digno de confianza como Dios.” [An-Nisa’:81]

No cabe duda en que esto acarrea una tranquilidad de espíritu, un sosiego, una felicidad, una suficiencia y una capacidad de llevar a cabo nuestros menesteres de un modo que sólo conocen aquellos que lo han experimentado. Dios, alabado sea, dice: “Y a quien es consciente de Dios, Él le da [siempre] una salida [de la desdicha], y le provee de una forma insospechada; y para aquel que pone su confianza en Dios, Él [solo] le basta. Realmente, Dios consigue siempre Su propósito: [y,] en verdad, Dios ha asignado a cada cosa su [plazo y su] medida.”
[At-Talaq:2-3]

Ésto, además de la proteccion que Dios, alabado sea, proporciona de Satán a quienes se encomiendan en Él y buscan apoyo en Él. “Ciertamente, él no tiene poder sobre los que han llegado a creer y ponen su confianza en su Señor:” [An-Nahl:99]

También entre los enemigos está aquello que Dios describe diciendo: “Aquellos que fueron advertidos por la gente: “La gente se ha reunido contra vosotros; ¡así que temedles!” -pero esto no hizo sino aumentar su fe, y dijeron: “¡Dios nos basta y que excelente protector es!” y regresaron [de la batalla] con la bendición y el favor de Dios, sin haber sufrido daño alguno: porque habían buscado la complacencia de Dios -y Dios posee una generosidad ilimitada. Es sólo Satán quien [os] infunde el miedo a sus aliados: así pues, no les temáis a ellos, sino a Mí, si es [verdad] que sois creyentes.” [Al-Imran:173-175]

El secreto y la esencia de apoyarse en Dios es la dependencia del corazón exclusivamente de Dios. Ello hace que no nos perjudiquen la contrariedad de las causas materiales mientras el corazón esté vacío de la dependencia de ellas y el apoyo sobre ellas. Asimismo, no le sirve de nada a uno decir “me encomiendo en Dios” mientras depende, en realidad, de otros, se apoya en ellos y confía en ellos. La búsqueda de apoyo en Dios con la lengua es una cosa, mientras que otra muy diferente es hacer con pleno corazón.

Varios estudios científicos afirman que ayudar a los demás cura los casos de depresión. Los expertos en sicología aseguran que ayudar a los demás alivia la depresión ya que estimula la secreción de la hormona endorfina que ayuda a sentir felicidad y tranquilidad sicológica. Asegura el ex director del instituto “Ascenso de salud” en EE.UU., Alan Lakes, que ayudar a los demás ayuda a reducir la severidad de la depresión y decrece la concentración de uno sobre sus propios problemas personales, de allí que sienta felicidad.

6- La felicidad está en la fe y la confianza inamovible en Dios, exaltado sea

La fe consigue para el creyente la confianza firme y la seguridad completa en Dios, alabado sea, lo cual le confiere una confianza en sí mismo, no teme nada en esta vida ya que sabe, entonces, que todo asunto está en manos de Dios, alabado sea, Quien dice: “Y si Dios te aflige con una desgracia, nadie excepto Él podrá librarte de ella; y si te asigna un bien: Él es quien tiene el poder para disponer cualquier cosa.” [Al-Anaam:17]

Además, sabe con certidumbre que su sustento está sólo en manos de Dios. Dios, glorificado sea, dice al respecto: “¡Adoráis en lugar de Dios sólo ídolos [inertes], dando [con ello] forma visible a una mentira! En verdad, esos [seres y cosas] a los que adoráis no pueden proveeros de sustento: ¡buscad, pues, todo [vuestro] sustento en Dios, y adoradle [sólo] a Él y sed agradecidos a Él: [pues] a Él seréis devueltos!”
[Al-Ankabut:17]

Y que no hay ser animal en la tierra excepto cuyo sustento está asegurado por Dios. El creador, exaltado sea, nos afirma: “Y no existe criatura en la tierra cuyo sustento no dependa de Dios; y Él conoce su plazo de permanencia [en la tierra] y su lugar de reposo [después de su muerte]: todo [esto] está registrado en [Su] claro decreto.” [Hud:6]

Incluso si son incapaces de conseguir y traer su sustento ya que Dios, alabado sea, dice: “¡Y cuántas criaturas hay que no se preocupan por su sustento, [y] Dios les provee como [os provee] a vosotros! Pues sólo Él todo lo oye, es Omnisciente.”
[Al-Ankabut:60]

Así pues, sabe con certeza que su sustento ha de llegarle inevitablemente y que esto es un hecho indudable. El Señor, glorificado sea Su nombre, dice: “Y en el cielo está [la fuente de] vuestro sustento [en la tierra] y [de] cuanto se os ha prometido [para vuestra vida después de la muerte]: ¡pues, por el Señor del cielo y la tierra, que esta [vida después de la muerte] es la pura verdad –tan verdad como que podéis hablar!”
[Ad-Dariyat:22]

Y también sabe que Dios, alabado sea, dividió los sustentos entre la gente y los repartió según medidas preestablecidas. Dios, el Altísimo, dice: “Di: “En verdad, mi Señor da el sustento en abundancia, o en medida escasa, a quien Él quiere: pero la mayoría de los hombres no entienden [el proceder de Dios].”” [Saba’:36]

Asimismo, cree de manera tajante que Dios lo pone a prueba constantemente, tanto con lo bueno como con lo malo. Dios, alabado sea, dice: “Todo ser humano ha de saborear la muerte; y os ponemos a prueba tentándoos [a todos] por medio de lo malo y lo bueno [de esta vida]: y todos habréis de retornar a Nosotros.” [AlAnbiya’:35]

Y si no fuese por el sutil cuidado que Dios tiene con él, hubiese sucumbido en la destrucción total.

También es sabedor de que no es más que un huésped en esta vida independientemente de lo larga que sea ésta, y que ha de pasar a la otra vida de manera ineludible. Por ello, emprende su viaje en esta vida y anda sobre esta base, sin temer cualquier desgracia que pueda depararle el tiempo y sin temer a nada ni nadie excepto Dios, incluso si su enemigo está cerca de él. Dijo Dios acerca de Moisés, que la paz sea con él, cuando éste fue alcanzado por el Faraón y sus ejércitos: “Y tan pronto como los dos grupos se avistaron, los seguidores de Moisés exclamaron: “¡Sin duda seremos alcanzados [y aniquilados]!” Respondió: “¡No, en verdad! ¡Mi Señor está conmigo: Él me guiará!” Entonces inspiramos esto a Moisés: “¡Golpea el mar con tu vara!” entonces se abrió, y cada lado era como una enorme montaña. E hicimos que los perseguidores se aproximaran a aquel lugar: y salvamos a Moisés y a todos los que estaban con él, y luego hicimos que se ahogaran los otros. Ciertamente, en esta [historia] hay en verdad un mensaje [para todos los hombres], aunque la mayoría de ellos no crean [en él].” [Ash-Shu’ara’:61-67]

Y aquí tenemos al señor de los creyentes, el Profeta Muhammad, que la paz de Dios sea con él, con sus enemigos buscándolo en la cueva. Si uno de ellos se hubiese fijado debajo de sus pies lo hubiese visto allí. No obstante, el Mensajero de Dios le dijo con palabras llenas de confianza en Dios a su compañero en la cueva, Abu Bakr, que Dios esté complacido con él, cuando ambos huían de la opresión de su pueblo: “No te aflijas, pues en verdad Dios está con nosotros.” Y entonces Dios hizo descender sobre él Su [don de] paz interior, le asistió con fuerzas que no podéis ver, y echó por tierra la causa de aquellos que insistían en negar la verdad, mientras que la causa de Dios siguió siendo suprema: pues Dios es todopoderoso, sabio.” [At-Tauba:40]

Del mismo modo, tiene una fe firme en que sólo Dios, alabado sea, es Quien decreta la muerte, y por ello no teme a la muerte. Dice Dios, exaltado sea: “[Únicamente] Dios [tiene este poder –Él] es quien hace morir a todos los seres humanos en el momento de su muerte [corporal], y [hace que estén como muertos], mientras duermen, a aquellos que aún no han muerto: así retiene Él a aquellos para los que ha decretado la muerte, y remite a los otros hasta un plazo fijado [por Él]. ¡Ciertamente, en [todo] esto hay en verdad mensajes para gente que reflexiona!”
[Az-Zumar:42]

La fe y la vida

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La fe es una de las fuerzas que son imprescindibles para ayudar a la persona a vivir. Su pérdida anuncia una incapacidad a afrontar las pruebas de la vida.

Ernest Renan

Historiador francés

Que caigan las civilizaciones materialistas

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Me he asegurado de que el Islam, con sus sencillos principios, consigue la tranquilidad en el espíritu, mientras que la civilización materialista lleva a la gente a la desesperación porque no creen en nada. Asimismo, me ha quedado claro que los europeos no han entendido la esencia del Islam, porque lo juzgan según sus criterios materialistas.

Roger Dupacai

Pensador y periodista suizo

Incluso sabe con certeza que es una realidad que ha de ocurrir y que nadie puede evitar. Dijo Dios, glorificado sea Su nombre: “Di: “Ciertamente, la muerte de la que huís acabará alcanzándoos –y luego seréis devueltos a Aquel que conoce cuanto está fuera del alcance de la percepción de los seres creados, y también cuanto pueden percibir, y entonces Él os hará entender realmente todo lo que hacíais [en vida].”
[Al-Yumu’a:8]

Y que la muerte no viene excepto en su momento predeterminado. Dios, alabado sea, afirma: “Y si Dios hiciera rendir cuentas a los hombres [inmediatamente] por todo el mal que hacen [en la tierra], no dejaría sobre su faz a una sola criatura viviente. Sin embargo, les concede una prórroga hasta un plazo fijado [por Él]: pero cuando se aproxima el fin de su plazo, no pueden retrasarlo ni siquiera un instante, ni tampoco adelantarlo.” [An-Nahl:61]

7- La complacencia es la puerta de la felicidad

La felicidad consiste en que el alma viva en complacencia, ya que el desagrado y la tristeza estropean irremediablemente la vida, el espíritu y los sentimientos del ser humano. La complacencia es la puerta de la felicidad, la tranquilidad, la alegría, el regocijo y la amenidad. La complacencia es un sosiego y una tranquilidad en el corazón ante la elección de Dios para la persona al considerar que todo lo que ocurre en la vida del individuo es bueno, y un motivo de felicidad y tranquilidad. El espíritu del ser humano entonces no aspira a nadie excepto su Señor y no lamenta nada de esta vida. Esto hace que el siervo de Dios trabaje, se esfuerce y suplique a su Señor, y esté complacido y contento con aquello que Dios le ha asignado para así vivir una vida complaciente y feliz. Existen tipos de complacencia, entre ellas:

a) La complacencia con Dios como Señor, con el Islam como religión y con Muhammad, que la paz de Dios sea con él, como Profeta y Mensajero. Quien no esté complacido con ello vivirá en ansiedad continua y en dudas incesantes. Dijo el Profeta, que la paz sea con él: «Ha probado el sabor de la fe aquel que esté complacido con Dios como Señor, con el Islam como religión y con Muhammad como Mensajero.» (relatado por al-Bujari)

Quien no deguste el sabor de la fe nunca saboreará el de la felicidad. Más bien permanecerá en dudas y tristeza. La complacencia con Dios significa la fe en la existencia de Dios y sentir Su grandiosidad, Su sabiduría, Su poder, Su saber y Sus bellos nombres y excelsos atributos. La fe consiste a su vez en la complacencia con Dios y con Su adoración. De no cumplirse esto, lo que tiene el ser humano es duda, confusión, enfermedad, depresión, que Dios nos guarde de todo ello.

b) La complacencia con el juicio de Dios y con Su Ley. Dios, alabado sea, dice: “¡Pero no! ¡Por tu Señor! No creen [en realidad] hasta que no te hagan [Oh Profeta] juez de todo aquello en lo que discrepan, y no encuentren en sus corazones obstáculo alguno para aceptar tu decisión y se sometan [a ella] por entero.”
[An-Nisa’:65]

La humanidad ha probado diferentes y numerosos senderos de sufrimiento, y una de las desgracias de este mundo es que muchos se complacen con leyes, legislaciones y sistemas injustos e imperfectos, pues son producto del ser humano y no fueron creadas por el Creador del ser humano que conoce más y mejor aquello que conviene a la humanidad. Dios, alabado sea, dice: “¿Cómo es posible que Aquel que ha creado [todo] no sepa [todo]? ¡Sí, sólo Él es inescrutable [en Su sabiduría], consciente de todo!” [AlMulk:14]

c) La complacencia con el decreto y el destino de Dios, glorificado sea. Es decir, que el individuo tenga complacencia con aquello que Dios ha decretado y ha predestinado ya que sabe con certeza que es imposible que le pase algo negativo excepto con la voluntad de Dios, alabado sea, y que Dios guiará su corazón puesto que Él, alabado sea, dice: “No hay desgracia que ocurra [al hombre] que no sea con la venia de Dios: así pues, quien cree en Dios guía su corazón [a esta verdad]; y Dios tiene conocimiento de todo.” [At-Taghabun:11]

Así pues, siente complacencia con el decreto y el destino de Dios ya que sabe de forma sólida que nadie puede disipar sus desgracias excepto Dios, alabado sea Quien dice: “Y [sabe que] si Dios te aflige con una desgracia, nadie sino Él podrá librarte de ella; y si desea un bien para ti, nadie podrá apartar Su favor: Él lo hace llegar a quien quiere de Sus siervos. Y sólo Él es realmente indulgente y dispensador de gracia.”[Yunus:107]

Ciertamente, la fe es algo asombroso. Lo sorprendente acerca de ella es que confiere al creyente una complacencia con aquello que Dios le ha asignado, una paciencia frente a las dificultades y las calamidades y la gratitud con los favores y las dádivas, cosa que le proporciona al creyente una paz y una complacencia interior que no encuentra nadie más excepto los creyentes. El Mensajero de Dios, que la paz y las bendiciones sean con él, dijo: «Es sorprendente el caso del creyente. Todos sus asuntos son puro bien y esto no es dado a nadie excepto al creyente: si le ocurre algo bueno es agradecido y ello es bueno para él, mientras que si le ocurre algo malo es perseverante, y ello es bueno para él.» (relatado por Muslim) Y lo que es más, el Profeta, que la paz sea con él, nos enseñó cómo tener complacencia incluso al ver a quienes está por encima de nosotros en cuanto a posesiones materiales, nos dice: «Mirad a quien está por debajo de vosotros y nos miréis a quien están por encima de vosotros, ello hará que no desdeñes los favores que Dios os ha dado.» (relatado por al-Bujari y Muslim)

La esencia del Islam

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Creo que el Islam es la religión que trae la paz y la tranquilidad al alma y que inspira al ser humano a tener paciencia, tranquilidad de mente y sosiego en esta vida. El espíritu del Islam se ha infiltrado en mi alma y sentí el favor de la fe en el decreto divino y no preocuparme por las influencias materiales como el placer y el dolor.

Rex Ingram

Director de cine



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