Para que conozcamos el camino de la felicidad verdadera que es el sendero de la fe en Dios, glorificado y ensalzado sea, es preciso estar al tanto de los hitos de dicho camino, y así tengamos seguridad total y altas aspiraciones en nuestro caminar.
La fe y la salud psicológica
“Durante los últimos 30 años fui consultado por varias personas de los pueblos civilizado, y traté cientos de pacientes y no encontré ningún problema de aquellos que alcanzaron la mitad de la edad, es decir 35 aproximadamente, no es principalmente que hayan perdido la fe y salido de los preceptos de la religión, y podemos decir que cada uno de estos pacientes es víctima de la enfermedad, porque fue privado de la paz espiritual que proporciona la religión, y ninguno de ellos fue curado hasta que recuperaron su fe y los mandamientos de la religión para afrontar la vida. ”1- Es el camino de Dios, glorificado y ensalzado sea
Dijo Dios, glorificado sea: “Y [sabed] que este es el camino que conduce rectamente a Mí: seguidlo, pues, y no sigáis otros caminos que os hagan desviaros de Su camino. [Todo] esto os ordena Él, para que os mantengáis conscientes de Él.” [Al-Anaam:153]
Por consecuente, el camino de la felicidad es el camino de Dios y Su testimonio a Sus siervos ya que Él es quien conoce mejor lo que les conviene y beneficia. Sin duda, vive en sufrimiento aquel que abandona el camino de Dios y busca la felicidad de los diferentes caminos abiertos por la humanidad, pues no hay felicidad en absoluto excepto en Su camino. Dios, alabado sea, dice: “Quien siga Mi guía no se extraviará, ni será desgraciado. Pero quien se aparte de Mi recuerdo –tendrá una vida de estrechas miras; y en el Día de la Resurrección le haremos comparecer ciego.”
[Ta Ha:123-124]
Ciertamente, la felicidad pertenece a aquel que sigue el camino y busca la guía, mientras que la perdición y la infelicidad serán cosechadas por quien la abandona y se aleja de ella incluso si tiene fama o es una estrella conocida en todo el mundo. Dicho sufrimiento lo encontrará de su interior, y si no apercibe su perdición en esta vida se dará cuenta de ella en la otra.
2- Es el camino que reúne la felicidad del alma y el gozo del cuerpo
Es evidente que el ser humano se compone de un alma y un cuerpo. Cada uno de los dos tiene su sustento y su alimento. Algunas filosofías superficiales concentraron su interés en el alma y le negó al cuerpo sus necesidades, dando lugar a sí a resultados contraproducentes. En el materialismo moderno ocurre justo lo contrario ya que hace caso omiso del alma y otorga al cuerpo todo aquello que desea. Así convirtieron a vastos sectores de la humanidad a la animalidad de los deseos y el hedonismo, o a máquinas estériles. El camino del islam, en cambio, alimentó al alma con las luces celestiales y preservó el cuerpo satisfaciendo sus necesidades y sus deseos dentro de lo lícito y puro: “Busca, mejor, [el bien de] la Otra Vida, por medio de lo que Dios te ha dado, sin olvidar, no obstante, tu [justa] parte en esta vida; y haz el bien [a los demás] como Dios ha hecho el bien contigo.” [Al-Qasas:77]
Pues ciertamente el Profeta, que la paz sea con él, asentó aquello que dijo Salman Al Farsi, que Dios esté complacido con él: «Ciertamente, su Señor tiene un derecho sobre ti, tú mismo tienes un derecho sobre ti mismo y tu familia tiene un derecho sobre ti, así que otorga a cada uno su derecho.» (Bujari)
3- Es un camino de felicidad y de valentía
Quien saborea la dulzura de la fe, nunca es capaz de separarse de ella; incluso si se le intenta obligar a ello poniendo una espada sobre su cuello. Fíjate en los brujos del Faraón cuando creyeron y caminaron por el sendero de la felicidad, fueron amenazados por el Faraón y el Noble Corán nos relata que éste les dijo: “¡Ciertamente, haré que os corten las manos y los pies en masa, por [vuestra] perversidad, y, ciertamente, os haré crucificar en masa sobre troncos de palmera: y [haré esto] para que sepáis con certeza quién de nosotros [dos] es capaz de infligir un castigo más severo, y [quién] es más perdurable!”” [Ta Ha:71]
Su respuesta fue firme: “Respondieron: “¡No hemos de preferirte a ti a toda la evidencia que nos ha llegado, ni a Aquel que nos ha creado! ¡Decreta, pues, lo que vayas a decretar: tú sólo puedes decretar [en lo relativo a] esta vida!”
[Ta Ha:72]
Lograron tal firmeza, apenas de unos instantes después de abrazar la fe. No obstante, habían saboreado la dulzura de ésta fe, cosa que les confirió una serenidad y firmeza en sus posturas y decisiones. Ni siquiera una situación de amenazas de muerte pudo doblegarlos.
Las respuestas satisfactorias
Encontré en el Islam las respuestas convincentes sobre la problemática del espíritu y la materia. Supe que el cuerpo tiene derecho sobre nosotros, igual que el alma; que las necesidades corporales desde el punto de vista islámico, son instintos naturales que necesitan satisfacerse para que el ser humano pueda vivir fuerte y sea productivo. No obstante, el islam puso reglas para satisfacer estas necesidades sobre bases sólidas y proporcionar la satisfacción del alma y respetar los preceptos de Dios; por ejemplo, el matrimonio en el Islam, es la única forma legal de satisfacer la necesidad sexual. Por otra parte, el rezo, el ayuno, la adoración y la creencia en Allah también son medios para satisfacer el lado espiritual del ser humano, y con esto se logra la estabilidad que se necesita para tener una vida digna4- La felicidad es la serenidad y la tranquilidad del corazón
No existe felicidad sin serenidad y tranquilidad, y tampoco existe serenidad ni tranquilidad sin fe. Dios, alabado sea Su nombre, dijo: “Él es quien hizo descender paz interior en los corazones de los creyentes, para que se vieran reforzados en su fe, pues de Dios son todas las fuerzas del cielo y de la tierra, y Dios es omnisciente, realmente sabio” [Al-Fath:4]
La fe otorga la felicidad de dos maneras:
La primera es al impedir los deslices en las ciénagas de la inmoralidad y el crimen. Éstos son los motivos más peligrosos de la infelicidad y la tristeza. Nada garantiza al ser humano no ser arrastrado por sus deseos y sus caprichos hacia la destrucción si su corazón está vacío de la fe en su Señor.
La segunda es al otorgar una de las principales condiciones de la felicidad que es la serenidad y la tranquilidad. Pues en el mareaje de problemas y crisis no hay puerto de la salvación excepto la fe. Sin la fe los factores del miedo y la ansiedad se multiplican, y en cambio, con la fe, nada es digno de nuestro miedo excepto Dios, alabado sea.
La fe y la ansiedad son incompatibles
“Las grandes olas del océano no alteran la calma del fondo y no inquieta su tranquilidad, lo mismo para el ser humano que ahonda su fe en Dios, se aleja de la ira, conserva su equilibrio, siempre preparado para afrontar lo que los días esconden ”El corazón creyente le resta valor a todas las dificultades puesto que se apoya en Dios. El corazón vacío de fe se convierte en una hoja caída de una rama con la cual juegan los vientos fuertes. ¿Acaso existe algo que inspire más miedo en el ser humano que su muerte y el abandono de esta vida? Sin embargo, para el creyente, éste no es un factor de miedo si no un factor que le inspira seguridad, ya que considera que la muerte es positiva y es el regreso con el Creador de aquél cuyo corazón está lleno de fe y consciencia de Dios.
Verdaderamente, la fe hace que brote un sentimiento de seguridad y tranquilidad en el ser de la persona. La persona creyente avanza en el camino de Dios tranquilo y seguro, puesto que su fe sincera le aporta siempre perspectiva y esperanza en la asistencia, el amparo y la protección de Dios en todo momento. Siente constantemente que Dios, exaltado sea, está con él en cada instante de su vida. Dios, alabado sea, dijo: “¡Ciertamente, Dios está [sólo] con aquellos que creen!” [Al-Anfal:19]
Sean cuales sean los problemas que el creyente se encuentre y sean cuales sean las dificultades que afronte, ciertamente el libro de Dios con sus palabras radiantes con la luz de la guía se encargan de erradicar cualquier duda que se origina en su espíritu, de aliviar todos los males y dolores de su cuerpo, de remplazar su miedo por seguridad y paz, y su sufrimiento por felicidad y sosiego. Por ello, lo guía a conseguir la tranquilidad psicológica y la felicidad espiritual que no es equiparable a cualquier otra felicidad incluso si tuviese los tesoros del mundo entero.
Tierra firme
“Cada vez que el musulmán lee profundamente el Corán, y realiza las prácticas islámicas con sinceridad, estará a salvo en el camino del Islam, estable y sereno y se alejará de la maldad del demonio. ”5- El viaje de la felicidad desde el mundo terrenal hasta el paraíso celestial
Es sabido que la vida del ser humano pasa por tres fases: una en esta vida terrenal, la segunda en la tumba después de la muerte y la tercera en el Día de la Resurrección. El camino de felicidad atraviesa todas estas etapas. Acerca de la etapa de esta vida terrenal dice Dios, alabado sea: “Y a todo aquel -sea hombre o mujer- que haga buenas obras, y además sea creyente, le haremos vivir una buena vida; y, ciertamente, concederemos a esos su recompensa con arreglo a lo mejor de sus acciones.” [An-Nahl:97]
Es decir: haremos que viva una vida feliz y tranquila incluso si su riqueza es escasa, y ello mediante el deleite de su alma y su complacencia, su alegría, su bienestar interno espiritual y psicológico, su serenidad, su fe inamovible en Dios, glorificado sea, su serenidad gracias a Él y su confianza en Él, alabado sea. En cuanto a la felicidad del creyente en la tumba, encontramos su descripción en el hadiz narrado por Abu Huraira, que Dios esté complacido con él, en el cual el Mensajero de Dios, que la paz y las bendiciones de Dios sean con él, dice: «Ciertamente, el creyente [encontrará] en su tumba un jardín verde y se le expande su tumba setenta brazos, y se le elimina como la luna en la noche de luna llena.» (considerado Hasan por Al-Albani)
La religión de lo mundano y lo trascendental
El científico siempre se inclina al islam porque es la única religión que mira de igual manera a los asuntos de la vida mundana y la otra vida.Y acerca de su felicidad en la vida trascendental, Dios, alabado sea, dice: “Pero aquellos que [en virtud de sus obras pasadas] hayan sido bendecidos con la felicidad, [estarán] en el paraíso, y en él permanecerán mientras perduren los cielos y la tierra –salvo que tu Señor disponga algo [distinto] - como un regalo incesante.” [Hud:108]
Así pues logran el éxito y el triunfo tanto en la vida terrenal como en su vida celestial.
El Islam por lo tanto trajo la felicidad eterna, la felicidad del ser humano en su vida que está viviendo ahora y en la vida del más allá, y ciertamente lo que Dios tiene es mejor y más duradero. Dios incluso hizo que ambas vidas fuesen inseparables y compatibles, sin que haya conflicto ni incoherencia entre ambas. Esta vida no es más que el camino a la Otra Vida y la felicidad mayúscula en el Día de la Resurrección. Es un solo camino, el camino de la felicidad eterna en esta vida y en la otra. Dios, glorificado sea, dice: “Si alguien desea las recompensas de este mundo [que recuerde que] de Dios son [tanto] las recompensas de este mundo [como] las de la Otra Vida: y Dios en verdad todo lo oye, todo lo ve.” [An-Nisa’:134]