“El Dios cuya existencia damos por hecha no pertenece al mundo material ni pueden nuestros sentidos limitados comprenderlo. Por lo tanto, no tiene sentido intentar confirmar su existencia usando las ciencias naturales, ya que Él pertenece a un círculo distinto al círculo reducido y limitado de éstas. La fe en la existencia de Dios es algo particular que tiene origen en la emoción y la conciencia del ser humano y crece en el círculo de su experiencia personal.”