Si el individuo está absolutamente necesitado de la religión, dicha necesidad es incluso mayor y más imperante en las sociedades. La religión es el escudo protector para la sociedad, y ello porque la vida humana no se establece a menos que exista una cooperación entre sus miembros para lograr el bien: “Colaborad en la virtud y la consciencia de Dios, y no colaboréis en fomentar la maldad y la enemistad.” [Al-Ma’ida:2]
Dicha cooperación, no es posible excepto mediante un sistema que organice sus relaciones, defina sus obligaciones y garantice sus derechos.
Este sistema debe provenir de Dios, el Sutil, el Omnisapiente. Conocedor de todo lo que necesita la humanidad: “Él sí que conoce Quien ha creado [todo] y Él es inescrutable [en Su sabiduría], consciente de todo.” [Al-Mulk:14]
Cada vez que la humanidad se aparta de la religión, de sus leyes y sistema, se sumerge y se ahoga en las tinieblas de la duda, la perdición, el extravío, la confusión, el sufrimiento y la infelicidad.
No hay sobre la faz de la tierra fuerza alguna que equivalga a la fuerza de la religiosidad o sea comparable a ella a la hora del respeto al orden, las garantías de la cohesión, la estabilidad de la sociedad y armonizar los motivos de la tranquilidad en ella. El secreto detrás de esto, está en que el ser humano se caracteriza por encima de los demás seres vivos con que sus movimientos y sus comportamientos voluntarios responden a algo intangible. Se trata de una carencia y una fe que purifica el espíritu y controla el cuerpo. Hace que observe lo que esconde su interior de la misma forma en que observa lo que manifiesta su exterior: “Y si dices algo en voz alta, [Él lo oye] pues, ciertamente, conoce [hasta] los secretos [pensamientos del hombre] y también cuanto es aún más recóndito [en él].”
[Ta-Ha:7]
Una religion en la que no hay lugar para antojos
“Vemos que una de las razones de la cálida bienvenida que encontró Muhammad en Medina fue que entrar en el Islam le pareció a la clase iluminada de Medina una cura para el caos que sufría su sociedad. Ello se debe al preciso orden que encontraron en el Islam, y a la sumisión de los antojos personales a las leyes organizadas que legisló una autoridad suprema que está por encima de los caprichos individuales.”¿Dónde están vuestras mentes?
¿Por qué ponéis en duda la existencia de Dios? Sin Él, mi mujer me sería infiel y mi mayordomo me habría robado.El ser humano depende de su creencia, sea ésta correcta o incorrecta. Si dicha creencia es buena, todo será bueno para él. Si esta creencia es mala, todo será malo para él.
Por lo tanto, la religión es la mejor garantía para hacer que las interacciones entre la gente se basen en la justicia y en la equidad. Es una necesidad social que da a la religión en la sociedad, la posición del corazón en el cuerpo.
Dado que la religión, generalmente hablando, cuenta con esta importancia. Lo observado hoy en día es la diversidad de religiones y creencias en el mundo, estando cada nación feliz y aferrada a su respectiva religión, ¿cuál es la religión correcta que otorga al espíritu humano aquello a lo que aspiro? ¿Cuáles son las condiciones de la religión verdadera?