La inimitabilidad del Corán y la Sunna

La inimitabilidad del Corán y la Sunna

La inimitabilidad del Corán y la Sunna

Todo profeta tiene un milagro que confirma la veracidad de su profecía y su mensaje. Por ejemplo, el milagro de Moisés (La paz y las bendiciones sean con él) fue su bastón, y el milagro de Jesús (P) fue el hecho de sanar a ciegos y leprosos y resucitar a los muertos con el permiso de Dios. El milagro del último mensajero y profeta es válido para cualquier tiempo y lugar, y seguirá mientras siga la humanidad. Se trata del Sagrado Corán. Un libro que además de ser un libro de guía, en realidad, tiene un carácter milagroso e inimitable en todos los aspectos. La naturaleza milagrosa del Corán fue y sigue siendo una prueba de la veracidad del Mensajero (La paz y las bendiciones sean con él) evidenciando que es el enviado del Creador, el Señor, el Vivo y Autosuficiente. Indica que es el libro enviado al Sello de los profetas y mensajeros, y que es válido para cualquier contexto espaciotemporal. Además de estos aspectos inimitables que hemos mencionado, el Corán es milagroso ya que describe realidades científicas que los investigadores sólo descubrieron recientemente después de mucho esfuerzo, confirmando así que el Corán explica detalles de las ciencias naturales que sólo fueron descubiertas en la actualidad. Entre dichas realidades, por ejemplo, están las etapas por las que pasa la formación del ser humano en sus fases embrionarias y fetales. Todo ello descrito de manera detallada siglos antes de que la humanidad supiese nada de ello. Dios, alabado sea, dijo: “En verdad, hemos creado al hombre de la esencia de la arcilla; luego lo depositamos como una gota de esperma en la firme custodia [del útero]; luego creamos de la gota de esperma una célula embrionaria; luego creamos de la célula embrionaria una masa embrionaria; luego creamos huesos dentro de la masa embrionaria; luego revestimos los huesos de carne -y luego hacemos surgir [todo] esto como una creación nueva: ¡bendito es Dios, el mejor de los creadores!” [Al-Mu’minum:12-14]

Y dijo: “Os crea en el vientre de vuestras madres, un acto de creación tras otro, en una oscuridad triple. Así es Dios, vuestro Señor: Suyo es todo el dominio: no hay más deidad que Él: ¿cómo, pues, os apartáis de la verdad?”[As-Sumar:6]

Cuando los médicos consultaron sus referencias y revisaron sus hallazgos, encontraron que eran exactamente tal y como había descrito Dios, el Sabio, el Omnisapiente. “Ciertamente, a los que se empeñan en negar la verdad de Nuestros mensajes les haremos sufrir el fuego: [y] cada vez que se les consuma la piel, se la cambiaremos por una piel nueva, para que puedan gustar el castigo [completo]. Ciertamente, Dios es poderoso, sabio.”
[An-Nisa’:56]

Dios, alabado sea, nos indica la expansión del universo: “Y hemos construido el universo con [Nuestro] poder; y, realmente, somos Nosotros quienes lo estamos expandiendo continuamente.” [Ad-Dhariyat:47]

La descripción del feto

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No encuentro ningún reparo en reconocer el Corán como la palabra de Allah, pues la descripción del embrión en el Corán no puede basarse en la ciencia del siglo séptimo, la única conclusión lógica posible es que estas descripciones hayan sido reveladas por Dios a Muhammad.

Prof. Yushido Kuzan

Director del observatorio de Tokyo

La explicación del movimiento del sol en una órbita. Dios, exaltado sea, dijo: “Y tienen en la noche un signo [de Nuestro dominio sobre todo lo que existe]: la despojamos de [la luz de] el día –y ¡he ahí! que se quedan a oscuras. Y [tienen un signo en] el sol: circula en una órbita propia -[y] así ha sido dispuesto por voluntad del Todopoderoso, el Omnisciente.”
[Ya Sin:37-38]

La Sunna profética no fue una excepción en esta naturaleza milagrosa. Aisha, que Dios esté complacido con ella, dijo: “El Mensajero de Dios (La paz y las bendiciones sean con él) dijo: «Cada ser humano fue creado con trescientos sesenta articulaciones, así que quien declare la grandiosidad de Dios, lo alabe, lo exalte, le dé las gracias, le pida perdón, aparte una piedra, una espina o un hueso del camino transitado, y persuade al bien y disuade del mal llegando al número de esas trescientas sesenta articulaciones, terminará ese día habiéndose salvado del infierno.» (Relatado por Muslim)

Está establecido científicamente también que sin estas articulaciones, el ser humano no podría gozar de su existencia en esta vida, no sería capaz de llevar a cabo sus obligaciones. De allí que el ser humano deba ser agradecido a Dios, alabado sea, en cada día de su vida por este favor que atestigua la grandeza y la perfección de la creación del Creador. Lo milagroso es que el hadiz del Profeta (La paz y las bendiciones sean con él) establece el número de las articulaciones del cuerpo humano de manera precisa en una época en la que nadie tenía conocimiento de ello. Incluso, hoy, en el siglo veintiuno, la mayoría absoluta de las personas desconocen esto. Es más, muchos profesores de medicina lo desconocen. No obstante, recientemente se estableció que el número de articulaciones del cuerpo humano son trescientos sesenta divididas entre: 147 articulaciones en la columna vertebral, 24 en la parte pectoral, 86 en las extremidades superiores del cuerpo, 88 en las extremidades inferiores y 15 en la cadera.

La pregunta que se plantea a sí misma es: ¿Quién sino Dios pudo haber informado al último Mensajero (La paz y las bendiciones sean con él) de esta realidad científica tan específica y que ningún ser humano llegó a saber hasta finales del siglo XX?

¿Por qué hablaría el Elegido (La paz y las bendiciones sean con él) de algo desconocido como este asunto si no fuese porque Dios, alabado sea, le había enseñado de Su Saber que todo lo abarca y le había informado de que el ser humano llegaría un día a comprender esta realidad mediante las disecciones del cuerpo humano? De esta forma, este rayo de luz de este hadiz, es un testimonio de la veracidad de la profecía del Mensajero de Dios (La paz y las bendiciones sean con él), y de la veracidad de su lazo con la revelación divina.

No obstante, si el camino del saber y la civilización no es también el camino de la ética, se convierte en un camino de una civilización destructiva, y una ciencia que sirve para la aniquilación, el sufrimiento y la muerte en vez de servir para la felicidad y estar al servicio de la humanidad.

Por ello, el camino de la ciencia y la civilización debe de ser la senda de la ética. Puesto que, de la misma forma en que el camino de la felicidad se convierte en un camino de leyendas y supersticiones si carece de ciencia y civilización, también el camino de la ciencia y la civilización sin la ética se convierte en un camino destructivo para individuos, sociedades, y en definitiva, la totalidad de la humanidad.

Un Mensajero analfabeto

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La razón se sorprende de cómo estas palabras han provenido de un hombre analfabeto, pues todo Oriente ha reconocido que es un milagro que la mente humana no pueda crear semejante cosa ni en palabras ni en significados.

Henri DiCastro

Antiguo dirigente en el ejército francés

Los Milagros del universo

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¿Cómo pudo Muhammad, un hombre analfabeto que creció en un ambiente de ignorancia, conocer los milagros del universo que el noble Corán describe y que aún la ciencia moderna intenta descubrir? Es entonces necesario que esas palabras sean palabras de Allah el Altísimo.

Debora Potter

Periodista estadounidense

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