“El Corán permanece después de catorce siglos preservado en la memoria de los musulmanes inspirando su intuición, conformando su ética y purificando su forma de ser de cientos de millones de personas. El Corán infunde en las almas la fe más simple, la menos ambigua, la más alejada de los rituales estrictos y la más liberada de la idolatría y la superstición. Esto tuvo un papel gigante a la hora de elevar el nivel ético y cultural de los musulmanes, es lo que puso los fundamentos de un sistema y una unidad sociales, los animó a seguir directrices sanas, liberó sus mentes de muchas leyendas e fantasías, de la injusticia y la dureza, mejoró el estado de los más delicados y plantó en los espíritus de los débiles la dignidad y la gloria. ”