u pueblo era un pueblo creyente que adoraba únicamente a Dios, creía en el Último Día, hacían buenas obras, etc. Entonces, murió dicha generación de personas y debido a ello la tristeza afectó a los demás, dadas la bondad y la moralidad de los difuntos. Decidieron erigir estatuas en su honor a las cuales dieron los siguientes nombres: Wadd, Suwa’, Yaghuz, Ya’ùq, y Nasr. La gente se acostumbró a dichas estatuas e hicieron de ellas un símbolo que les recordaba a esos hombres Santos que murieron. La gente de la ciudad veneraba a dichas figuras con la intención de venerar y respetar a dichos difuntos. Pasaron épocas y épocas, y murieron los padres, crecieron los hijos, y cada generación fue añadiendo paulatinamente cosas nuevas con el fin de mostrar su respeto y sumisión ante dichas estatuas, llegando estas últimas a ocupar un sitio privilegiado en los corazones de la gente. Acto seguido, la siguiente generación empezó a adorar a estas imágenes y a afirmar que son dioses ante los cuales uno debe postrarse y someterse. De esta forma, les adoraron plenamente y un gran número de ellos se extravió.
Fue entonces que Dios envío entre ellos a Noé, que la paz sea con él, para enviarles al camino recto, avisarles contra la adoración de los ídolos y llevarles a la adoración de Dios, glorificado sea. Así pues llegó Noé a su pueblo …: “Y, ciertamente, enviamos a Noé a su pueblo, y dijo: “¡Pueblo mío! Adorad [sólo] a Dios: no tenéis más deidad que Él. ¿No vais, pues, a ser conscientes de Él?”” [Al-Mu’minun:23]
Lo tacharon de mentiroso y no aceptaron nada de lo que se les decía, sus avisos de un inminente castigo de Dios, alabado sea, y les dijo: “¡Temo, en verdad, que os sobrevenga el castigo de un día terrible!”
[Ash-Shu’ara’:135]
Ellos contestaron: “Los notables de su gente respondieron: “¡En verdad, vemos que estás claramente extraviado!”” [Al-Aaraf:60]
Noé les respondió: “[Noé] dijo: “¡Pueblo mío! No hay en mí extravío sino que soy un enviado del Señor de todos los mundos. Os traigo los mensajes de mi Señor y os doy buen consejo: pues sé [por revelación] de Dios lo que vosotros no sabéis.” [Al-Aaraf:61-62]
Su pueblo se extrañó de lo que decía Noé y empezaron a decir: no eres más que un ser humano como nosotros, ¿cómo es posible que sea su mensajero de Dios? Y ciertamente, aquellos que te siguieron no son más que un grupúsculo de personas débiles y deleznables. Además, no tenéis preferencia alguna sobre nosotros porque ni tenéis más dinero ni más estatus social. Más bien, creemos que sois unos mentirosos y que vuestras alegaciones son falsas. Entonces, se dijeron unos a otros: “¡Este no es sino un mortal como vosotros que busca la supremacía sobre vosotros! Pues, si Dios hubiera querido, sin duda habría hecho descender ángeles; [además,] no hemos escuchado esto acerca de nuestros antepasados remotos No es más que un loco: tened, pues, paciencia con él por un tiempo.” [Al-Mu’minun:24-25]
Y algunos animaron a los demás a seguir adorando a los ídolos: “pues dicen [a sus seguidores]: “¡No abandonéis jamás a vuestros dioses: no abandonéis a Wadd ni a Suwaá, ni tampoco a Yaguz ni a Ya’uq ni a Nasr!”” [Nuh:23]
Entonces, les dijo Noé, que la paz de Dios sea con él: ¿Os resulta extraño que os llegue una amonestación de vuestro Señor a través de un hombre de entre vosotros mismos, para que os advierta, y para que os hagáis conscientes de Dios, y seáis agraciados con Su misericordia?” [Al-Aaraf:63]
Noé siguió un método de delicadeza y sutilidad con ello. Sin embargo, ello no hizo más que aumentar la obstinación de su pueblo. El profeta insistió en invitarles en todo momento a su mensaje diciendo: “[Y pasado un tiempo, Noé] dijo: “¡Oh Señor mío! Realmente, he llamado a mi pueblo noche y día, pero mi llamamiento no ha hecho sino que se alejen cada vez más [de Ti]. Y, ciertamente, cada vez que les llamaba para que les dieras Tu perdón, se llevaban los dedos a los oídos, se cubrían con sus vestiduras, se mostraban obstinados, y se volvían [aún más] altivos en su soberbia.” [Nuh:5-7]
Los invitó siguiendo todo método posible: “Y en verdad, les hablé públicamente, y también en privado; y dije: “‘¡Pedid perdón a vuestro Señor –pues, realmente, Él es sumamente indulgente!”” [Nuh:9-10]
Pero algunos se inventaron pretextos banales diciendo: “Respondieron: “¿Vamos a creer en ti, cuando [sólo] te siguen los [seres] más miserables?”” [Ash-Shu’ara’:111]
Noé, que la paz de Dios sea con él, les contesto en un tono siendo amabilidad y remembranza: “Dijo: “¿Y qué conocimiento puedo tener yo de lo que hacían [antes de venir a mí]? [Ash-Shu’ara’:112]
Les dijo: “Su ajuste de cuentas incumbe sólo a mi Señor: ¡si tan sólo entendierais [esto]!”” [Ash-Shu’ara’:113]
Y añadió Noé: “No rechazaré, pues, a [ninguno de] esos [que se declaran] creyentes.” [Ash-Shu’ara’:114] “Y no voy a rechazar a [ninguno de] los que han llegado a creer.” [Hud:29]
¿ Cómo puedo expulsar a gente que creyeron en mí, me han apoyado y ayudado para propagar mi mensaje? Y les dijo: “Oh pueblo mío, ¿quién me protegerá de Dios si les rechazo? ¿Es que no vais a tener esto presente?” [Hud:30] “No soy más que un advertidor explícito.” [Ash-Shu’ara’:115]
Advierto a toda la gente, sin diferenciar entre notables y bajos, ricos y pobres, mayores y menores, blancos y negros, etc. Cuando su pueblo dejó de protestar y vieron que no podían refutar las evidencias que mencionaba Noé, la paz sea con él, empezaron a amenazarle con apedrearle: Dijeron: “¡En verdad, si no cejas en tu empeño, Oh Noé, serás sin duda lapidado a muerte!”
[Ash-Shu’ara’:116]
El ultimo mensaje
Una vez supo Noé, que la paz sea con él, con certeza que su pueblo se negaba a aceptar cualquier lógica ni a dejarse guiar, suplicó a Dios, glorificado sea, para que lo salvase de tales personas obstinadas: “[Entonces] rezó: “¡Oh Señor mío! ¡En verdad, mi pueblo me ha desmentido: expón, pues, la verdad entre ellos y yo, y sálvame a mí y a los creyentes que están conmigo!””
[Ash-Shu’ara’:117-118]
Y cuando Noé intentaba hacer que su pueblo temiera el castigo de Dios, ellos insistían en la incredulidad y algunos de ellos se mofaban diciendo: “¡Haz, pues, que caiga sobre nosotros aquello con lo que nos amenazas, si eres un hombre veraz!” [Hud:32]
Noé les contestó: Ciertamente, este asunto no está en mis manos: “Sólo Dios puede hacer que caiga sobre vosotros, si así lo dispone.”[Hud:33] “Mi consejo no os será de provecho -por mucho que yo quiera aconsejaros bien-.”[Hud:34]
Dios, alabado sea, le reveló: “No creerá de tu gente sino los que ya han llegado a creer. No te aflijas, pues, por lo que hagan.” [Hud:36]
La arrogancia y la distorsión de la historia
Por lo tanto, la prueba ya estaba establecida y su pueblo carecía de cualquier pretexto habiéndose extendido su misión alrededor de diez siglos y habiendo perdido Noé cualquier esperanza en ellos. Entonces, se dirigió a Dios, glorificado sea, diciendo: “Y Noé dijo: “¡Oh Señor mío! No dejes sobre la tierra a uno sólo de esos que niegan la verdad: pues, ciertamente, si les dejas, [intentarán por todos los medios] extraviar a los que Te adoran, y no engendrarán sino maldad y terca ingratitud.” [Nuh:26-27]
Fue entonces que Dios le reveló construir su arca: “Y entonces le inspiramos: “Construye, bajo Nuestra mirada y según Nuestra inspiración.” [Al-Mu’minun:27]
Y empezó a fabricarla: “Y [así Noé] se puso a construir el arca; y siempre que los dignatarios de entre su gente pasaban junto a él, se burlaban de él.” [Hud:38]
Noé, que la paz sea con él, les contestaba con cortesía y amabilidad: “[Entonces les] dijo: “Si os burláis de nosotros, ciertamente, nosotros nos burlamos de vosotros [y de vuestra ignorancia] tal como vosotros os burláis.” [Hud:38]
Y les recordaba el inminente castigo de Dios con la esperanza de que el miedo hiciese que volviesen a sus cabales: “Pero en su momento habréis de saber a quién le sobrevendrá [en este mundo] un castigo que le cubrirá de ignominia, y sobre quién recaerá un castigo duradero [en la Otra Vida]!”” [Hud:39]
Se puso a trabajar esforzadamente hasta que completó la construcción de la nave.
Luego, Dios, alabado sea, ordenó a Noé llevar en el arca a quienes habían creído en él, y además transportar a una pareja de cada animal: “Y cuando llegó Nuestro decreto, y las aguas brotaron a torrentes sobre la faz de la tierra, dijimos [a Noé]: “Lleva a bordo de este [arca] a una pareja de cada [clase de animal] de ambos sexos, así como a tu familia -a excepción de aquellos contra los cuales [Nuestra] sentencia ha sido ya dictada -y a todos los que han llegado a creer.” Pues, sólo unos pocos [del pueblo de Noé] compartían su fe.” [Hud:40]
Transportó a quienes habían creído en él e incluyó una pareja de cada animal: “Entonces dijo [a sus seguidores]: “¡Subid a este [arca]! ¡En el nombre de Dios serán su curso y su fondeo! ¡Ciertamente, mi Señor es en verdad indulgente, dispensador de gracia!”” [Hud:41]
Y cuando Noé y aquellos que le acompañaban subieron a bordo del arca y colocó a los animales cada uno en su lugar, empezó a llover intensamente, y de los manantiales de la tierra empezó a emanar agua en abundancia.“Abrimos entonces las puertas del cielo a un agua torrencial, e hicimos que la tierra reventara en manantiales, de forma que las aguas se encontraran para un fin prescrito: pero a él lo transportamos en aquella [nave] hecha de [simples] tablas y clavos, que navegó bajo Nuestra mirada: recompensa para aquel que había sido rechazado con ingratitud.” [Al-Qamar:11-14]
Entonces, Noé, que la paz sea con él, divisó a su propio hijo que no había creído, intentando huir del diluvio. Y le llamó: ““¡Oh hijo mío! ¡Sube con nosotros, y no te quedes con los que niegan la verdad!”” [Hud:42]
No obstante, el hijo rechazó la fe, no aceptó el consejo de su Padre y le contestó: “Respondió: “Me refugiaré en una montaña que me proteja de las aguas.”” [Hud:43]
Noé le miró con pena y le dijo: “[Noé] dijo: “¡Hoy no hay protección [para nadie] del decreto de Dios, salvo [para] aquellos que hayan merecido [Su] misericordia!”” [Hud:43]
Y de repente: “Y una ola se interpuso entre ellos, y [el hijo] fue de los que se ahogaron.” [Hud:43]
Y el corazón de Noé, que la paz sea con él, se conmovió por su hijo y suplicó a su Señor, alabado sea, para que salvara a su hijo ya que Dios le había prometido la salvación de su familia. Dijo Noé, que la paz sea con él: ““¡Oh Señor mío! ¡En verdad, mi hijo era parte de mi familia; y, en verdad, Tu promesa se cumple siempre, y Tú eres el más justo de los jueces!”” [Hud:45]
Y Dios le contestó que su promesa sólo incluía la salvación de los miembros de su familia piadosos que estaban con él, y dijo: “[Dios] respondió: “¡Oh Noé! Ciertamente, él no era de tu familia, pues era, en verdad, de conducta inmoral.”” [Hud:46]
Es decir, no hay intermediadores en la religión. No es parte de tu familia ni le beneficia el haber sido tu hijo mientras no haya creído en Dios y en su unicidad.
Después de que el agua cubriera toda la tierra y acabase con todos los incrédulos: “Y se dijo: “¡Oh tierra, traga tus aguas!”” [Hud:44]
Y así la tierra absorbió el agua que había brotado de ella y al cielo se le reveló: “Y, ¡Oh cielo, detén [tu lluvia]!” [Hud:44]
La lluvia dejó de caer: “Y el arca se posó sobre el monte Yudi.” [Hud:44]
Es una montaña sobre la cual se posó el arca. Entonces, se le reveló a nueve, la paz sea con él: “¡Oh Noé! Desciende con Nuestra paz, y con [Nuestras] bendiciones sobre ti y sobre las gentes [que te acompañan).” [Hud:48]
Noé se bajó del arca junto a los creyentes que le acompañaba y construyeron una ciudad. Allí plantaron árboles y soltaron a los animales que habían traído. Así empezó de nuevo la humanidad en la tierra y empezaron los humanos a multiplicarse.
Una humillación de los Profetas
Después comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña; y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda. Y Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre, y lo dijo a sus dos hermanos que estaban afuera. Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios hombros, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre, teniendo vueltos sus rostros, y así no vieron la desnudez de su padre. Y despertó Noé de su embriaguez, y supo lo que le había hecho su hijo más joven, y dijo: Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será a sus hermanos. Dijo más: Bendito por Jehová mi Dios sea Sem, y sea Canaán su siervo. (Génesis, cap. 9)Como comentario de este pasaje menciona el Talmud babilónico, Libros de Sanhedrin, pág. 70, que Canaán o Cam castró a Noé y cometió actos inmorales con él. Acciones impensables en un noble profeta.